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Ciudadana de a pie,, Djibouti
Politóloga con ganas de trabajar en lo suyo. Hoy me dedico a la vida animal y gasto tiempo trabajando en la DT

25 diciembre 2006

COMEMTARIO EXPOSICION :CASO CHILEDEPORTES

Un comentario a propósito de la corrupción.

La exposición que presento José y Enzo, sobre el caso de Chiledeportes me parece interesante de comentar.

La corrupción es un tema que se ha instalado en la agenda mediática y publica.

El 23 de noviembre la presidenta Bachelet anuncio 30 medidas para combatir la corrupción como respuesta a la crisis que se estaba generando hace ya 5 semanas.
El caso Chiledeportes mas allá de lo deplorable participación de actores políticos que niegan y luego reconocen situaciones, que sobrerreaccionan a hechos consumados; y en general todo el revuelo mediático generado en torno al tema, me provocan dos reflexiones que expongo a continuación.

Primero, estimo que ciudadanos de a pie ven el asunto de una manera mucho más realista que la que la elite política ha declarado con le pasar de los días.

Cuando degusto estos acontecimientos a través de los diarios y TV, me pregunto. Acaso me sorprende? ¿Debo acaso escandalizarme así como lo ha hecho toda la clase política frente a las denuncias de mala utilización de dineros públicos?

Pues pienso que no. La razón no se fundamenta más que en la percepción que cualquier ciudadano de a pie tiene de los políticos. Todos roban.

Afirmaciones rudas y políticamente incorrectas porque en rigor, no todos los políticos son ladrones. Y no es justo generalizar cuando existe una cantidad no menos despreciable de funcionarios públicos que intentan todos los días de hacer las cosas bien. Pero la idea ahí, flotando entre las opiniones de las personas.

Por que? Es simple, la experiencia y los medios permiten que los ciudadanos comunes y silvestres retengamos cosas de orden ilícito que va configurando nuestra opinión. Encuestas como la que hace semanas, veíamos en clase, que declaraban la distancia que el chileno ponía entre una identidad no corrupta y un entorno completamente contrario.

Me sorprende en este sentido, como la clase política ha reaccionado frente a esto. Escandalizados, declaran y pregonan probidad, trasparencia y ética, como si hubieran estado en una burbuja de incorruptibilidad que, de un momento a otro, se rompe y los obliga a vivir con la cruda y mal oliente realidad.

Es un poco exagerado, y creo importante que este es un tema en el que se deben guardar las proporciones, pero me queda la idea que clase política era la única que no había notado el aire viciado, aire con el que el resto de los ciudadanos convive con relativa normalidad.

No es que Chile se este cayendo a pedazos, vivimos inmersos en una sociedad en que sus instituciones son capaces de aislar los casos y sancionarlos sin que eso signifique una debacle generalizada. La sociedad aprende a vivir con ellos. Porque finamente la comunidad política no se puede desligar la imperfección de los actos Humanos.... Crítico sería cuando actos de corrupción se vuelven habituales. Cuando ya son parte del sistema es cuando ya la debacle está instalada.

Ahora, puede que mi declaración sea en extremo cándida. Pues en el ámbito político nada es por casualidad. Una sobrereacción planificada que permita establecer un debate de probidad que renueve aires en la Concertación, y reordene fuerzas en la Alianza, puede ser perfectamente una entretenida estrategia a largo plazo, para fortalecer tensiones entre gobierno y oposición, o a corto plazo para ganar la batalla mediática del posicionamiento de temas en la agenda pública.

Ahora un segundo aspecto, un poco menos especulativo, tiene relación con las causas que configuran la idea de corrupción en Chile.

La idea típica de corrupción, que es parte de la historia de muchos países en Latinoamérica, en general apunta al aprovechamiento de recursos del estado, por parte de funcionarios públicos, ya sea elegidos por medio de una elección o simplemente nominados, para simplemente enriquecerse.

Lo que sucede ante nuestros ojos es diferente. Son dos situaciones que se dan en forma conjunta, las que, en términos generales, configuran en escenario corrupto.

Primero es el tema del financiamiento electoral. Esta cara de la corrupción es la que trae a la postre el tema del clientelismo político, los operadores (ahora sujetos non gratos) y el trafico de influencias. Es la configuración de un sistema de redes y vínculos sociales y políticos que en su nacimiento son torcidos y clandestinos, es un factor que sin duda debilita la democracia, puesto que se genera un sistema de relaciones de poder, de toma de decisiones, útil por ejemplo para la definición de candidatos, fundado en sobre la base de relaciones y vínculos construidos en torno a la dependencia ( favores y agradecimientos, sobresueldos) social. Todo con el objetivo de conseguir un escaño, o mantenerse en él. Las campañas políticas son caras, y el dinero para realizarlas nunca estará completamente inmaculado. Esto es fomentado en Chile por una ley de financiamiento que al menos es suficiente para combatir la corrupción entendida sobre estos términos.

La otra situación es la corrupción que viene desde el Estado. Cuando se usan recursos e influencias para finamente mantenerse en el poder. No es el enriquecimiento ilícito de funcionarios del Estado ( aunque pudiera haberlos claro), sino es la irregular utilización de dineros, para financiar campañas. Esto es mas profundo que lo que se señalaba en el párrafo anterior, es de algún modo la materialización del clientelismo, pues finamente esto fortalece un modo de hacer política precario, indeseable y que vemos reflejados en la sucesión de hechos evidenciados en los medios, de los últimos meses.

Teniendo en la mira que para el resto del mundo somos mas o menos aventajados en las practicas de transparencia y probidad. La corrupción existe en nuestro país y me genera sentimientos contradictorios. Pues me conmueve negativamente como distintos políticos reaccionan escandalizados. Me parecen actos hipócritas antes una sociedad que los mira con desesperanza.

Pero es esperanzador... porque la clase política se ha conmovido, no sé si es verdad o mentira, pero en términos prácticos ha generado instancias, ya hace mas de una década, que nos conducen hacia una sociedad mejor.

Acaso no es admirable observarles apoyando normas y leyes que controlan estrictamente la legitima publicidad de las obras del gobierno en periodos electorales (clásicos, y nunca bien ponderados, ciclos políticos –económicos) cuando hace meses, una moción de esas características seria por menos fuera de lugar e irracional?

Sin duda admirable...

Viva la transparencia!!!!

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